El falso convertidor

Publicado originalmente el 16 de julio de 2007 en Heise.de.

Microsoft y sus asociados ha propuesto la conversión entre el formato OpenXML de Microsoft Office (MS-OOXML) y el formato independiente Open Document Format (ODF) como una solución a los problemas causados por los esfuerzos de Microsoft en promocionar un formato que entra en conflicto con el estándar abierto existente. Los compañeros de negocios de Microsoft, Novell, Xandros Linspire y Turbolinux; se han comprometido a trabajar en el convertidor en los acuerdos individuales que firmaron.

Al igual que el Archivo Nacional del Reino Unido compadeció el mito de que se puede guardar mejor la información con el MS-OOXML, que ha sido analizado con más profundidad en un reciente artículo de análisis en las noticias tecnológicas de BBC, grupos influyentes como Gartner se han tragado el anzuelo y el sedal.

He ahí el problema: si esos convertidores fueran capaces de hacer lo que prometen hacer, serían innecesarios.

Cuando comenzaron los trabajos de estandarización del formato Open Document (ODF) se invitó a Microsoft a participar, y eligió el silencio. Aunque se le pidió que se uniera al esfuerzo global de estandarización, Microsoft no contribuye con sus ideas y sugerencias al formato Open Document.

En su lugar Microsoft se dedica al MS-OOXML, promoviéndolo en base a una superioridad técnica y un abanico más amplio de características. Pero si las declaraciones de Microsoft acerca de la superioridad del MS-OOXML sobre el ODF fueran verdad, ¿cómo se podrían convertir correctamente entre ellos?

Microsoft sostiene que mientras ha sido fácil soportar el formato nativo ODF, tenemos que cambiarnos al MS-OOXML porque es la única forma en la que pueden ofrecer todas las funcionalidades de su suite de oficina. Pero si Microsoft no es capaz de representar sus estructuras de datos internos en el formato ODF en su suite Microsoft Office, ¿cómo puede un programa de conversión externo al MS-OOXML acometer esta tarea?

La respuesta a ambas preguntas es que no es posible, porque dos cosas no pueden ser iguales y distintas al mismo tiempo.

Si los dos formatos pueden representar exactamente los mismos datos, el MS-OOXML no tiene razón de existencia. Y no habrá motivos para que Microsoft no use el formato nativo ODF en su aplicación ofimática.

Así que Microsoft tiene que añadir algunas características adicionales para hacer que ambos formatos representen diferentes tipos de funciones y datos. Esto quiere decir que nunca será posible convertir todos los documentos de un formato al otro.s

La promesa del convertidor está vacía. Es falsa.

Si los usuarios del MS-OOXML hacen uso de las funciones específicas de Microsoft, se verán así mismo bloqueados en una dependencia automática del producto y del distribuidor como si no existieran estándares abiertos o convertidores.

Para conseguir finalmente algunas de las ventajas de los estándares abiertos, los usuarios del MS-OOXML deberían de evitar usar algunas de las funciones y características específicas de Microsoft, y mantenerse dentro de lo posible dentro funcionalidad del convertidor.

Pero ¿cómo pueden los usuarios saber cuales son las funciones específicas de Microsoft?

Microsoft Office no tiene advertencias en sus botones y tampoco tiene una opción «usar únicamente funciones compatibles con el formato ODF». De hecho, incluso no soporta nativamente el formato Open Document, porque Microsoft está más interesado en la dependencia del proveedor que en la competencia.

La única manera efectiva para los usuarios de Microsoft Office de evitar esta dependencia automática de producto y distribuidor sería guardar todos sus documentos en el formato ODF usando el programa de transformación para Microsoft.

En otras palabras: la única forma de no estar bloqueados con el formato MS-OOXML es no usarlo. Porque no importa lo que Microsoft y sus socios comerciales prediquen, los convertidores contribuyen a la dependencia del proveedor, no la evitan.

Más preguntas que debería hacerse.

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