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Primer cumpleaños de la Ley de Mercados Digitales: un año impulsando la neutralidad de los dispositivos

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En 2025 se cumple un año de la entrada en vigor de la Ley de Mercados Digitales. En nuestra contribución a la consulta pública de la Comisión Europea, valoramos la DMA como un hito en la regulación de las grandes empresas tecnológicas, pero subrayamos los obstáculos y desafíos para hacer realidad la neutralidad de los dispositivos.

Ilustración de una jaula dorada, de la que se liberan pájaros. Al fondo, una bandera de la UE.

La FSFE tiene un objetivo para 2048: la neutralidad de los dispositivos debe ser una realidad en la que todo el mundo tenga la libertad de instalar y desinstalar cualquier software en cualquier dispositivo. Cuando la Ley de Mercados Digitales (DMA por sus siglas en inglés) surgió como propuesta legislativa, ya entendimos que esta ley representaría una nueva era para la regulación de las empresas tecnológicas en la Unión Europea. Nos involucramos desde el principio, allanando el camino para que el Software Libre se considerara un tema central en la aplicación de la DMA. Con la DMA, las grandes empresas tecnológicas dejan de tener vía libre para enclaustrar a los ciudadanos y consumidores europeos, obstaculizando la interoperabilidad y negando la libertad del software.

La DMA es un hito para romper el dominio de los guardianes, pero solo tendrá éxito si protege la neutralidad de los dispositivos y empodera a los desarrolladores más pequeños y a las comunidades de Software Libre. La contestabilidad auténtica significa dar a todos, no solo a los grandes actores, una oportunidad justa de dar forma al futuro de nuestro entorno digital. Seguiremos asegurándonos de que la DMA se aplique de forma favorable para los desarrolladores, afirma Lucas Lasota, Legal Programme Manager de la FSFE.

La DMA entró en vigor en 2024 y la FSFE se convirtió en un agente implicado clave en su aplicación. Colaboramos estrechamente con la Comisión Europea presentando dictámenes de expertos durante las investigaciones contra las prácticas comerciales anticompetitivas de las empresas guardianas. Coordinamos alianzas con desarrolladores y proyectos de Software Libre, representantes de la industria y organizaciones de la sociedad civil en los procesos normativos sobre la interoperabilidad de software y hardware, y contribuimos a una denuncia formal en defensa del derecho a desinstalar aplicaciones en Android. Por último, pero no por ello menos importante, estamos interviniendo en un caso judicial clave en el que presionamos para que Apple rinda cuentas en virtud de la DMA de una manera favorable para los desarrolladores.

Ahora que la ley está siendo evaluada formalmente, la FSFE reflexiona sobre lo que ha funcionado bien y lo que aún debe mejorarse en una presentación conjunta con European Digital Rights (EDRi), Panoptykon Foundation y Privacy International a una consulta pública de la Comisión Europea.

Un hito en la regulación del mercado digital

La DMA ha sido objeto de ataques desde su creación. No solo las grandes empresas tecnológicas han intentado obstaculizar la ley por todos los medios, sino que también la administración Trump amenazó a la Unión Europea debido a ella. La FSFE considera que la DMA es una victoria importante para la regulación de los mercados digitales, que en la última década se han vuelto extremadamente concentrados, injustos y excluyentes. Sin embargo, no todo ha sido perfecto, y hemos seguido de cerca la forma en que la Comisión Europea ha aplicado la ley.

Ampliación del ámbito de aplicación de los guardianes

Si bien la DMA constituye un hito, sus umbrales actualmente limitan su aplicación a las mayores corporaciones mundiales. La FSFE destaca que las empresas más pequeñas también pueden ejercer poder de control, encerrando a los usuarios y a las empresas en ecosistemas propietarios, limitando la interoperabilidad y restringiendo la libertad del software. Instamos a la Comisión a que proponga una ampliación del alcance de la DMA en las próximas iteraciones de la ley para cubrir a las empresas que incurran en comportamientos predatorios, incluidos los fabricantes de dispositivos y los proveedores de servicios de Internet que impongan jardines vallados estrictos.

Neutralidad de los dispositivos y sistemas operativos

La neutralidad de los dispositivos debe ser parte fundamental de la DMA. Los usuarios finales deben tener libertad para eliminar por completo las aplicaciones propietarias preinstaladas e instalar sistemas operativos alternativos en todos los dispositivos, incluidos los teléfonos móviles. Las prácticas actuales de los guardianes dominantes, como Apple y Google, socavan esta libertad al prohibir técnica y contractualmente la descarga de aplicaciones de fuentes externas (sideloading, en inglés) efectiva o al imponer condiciones restrictivas a los desarrolladores independientes (link), o al dificultar técnicamente la desinstalación de software (link). La FSFE pide que se amplíe el artículo 6, apartado 4, de la DMA para incluir explícitamente la interoperabilidad vertical de los sistemas operativos y garantizar la descarga lateral efectiva sin el control de los guardianes.

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Tiendas de aplicaciones alternativas e interoperabilidad

La DMA introduce, de forma acertada, obligaciones para los guardianes de acceso a fin de habilitar la existencia de mercados alternativos, la descarga de aplicaciones externas y la interoperabilidad. Sin embargo, la FSFE destaca que estas obligaciones a menudo se ven socavadas en la práctica. Apple, por ejemplo, sigue imponiendo exigencias financieras y administrativas excluyentes a los operadores de tiendas de aplicaciones alternativas, al tiempo que mantiene un control discrecional sobre la distribución. Estas prácticas contradicen la letra y el espíritu de la DMA. La FSFE insiste en que la interoperabilidad no debe reducirse a un proceso basado en solicitudes, sino que debe ser interoperabilidad por diseño: abierta, transparente y libre de la discrecionabilidad de los guardianes. Del mismo modo, la distribución alternativa de aplicaciones debe ser eficaz y la Comisión Europea no debe permitir que los guardianes impongan cargas restrictivas e innecesarias a los desarrolladores de Software Libre más pequeños.

Apoyo a los pequeños desarrolladores de Software Libre

La aplicación de la DMA no debe centrarse únicamente en la competencia entre los grandes actores del sector. El ecosistema digital europeo depende en gran medida de las comunidades de Software Libre, las pymes, las organizaciones sin ánimo de lucro y los desarrolladores individuales. Para estos actores, las barreras de acceso, como los procedimientos complejos, los requisitos de cuenta o las tasas, son desproporcionadamente perjudiciales. La FSFE pide a la Comisión que diseñe explícitamente soluciones de cumplimiento que tengan en cuenta las necesidades de los proyectos sin ánimo de lucro y dirigidos por la comunidad.

¿Qué va a pasar ahora?

La DMA establece un punto de referencia global para la regulación digital. Para alcanzar plenamente sus objetivos de competencia y equidad, debe salvaguardar la neutralidad de los dispositivos, reforzar las obligaciones en materia de interoperabilidad y garantizar que los desarrolladores de software libre y los pequeños actores puedan participar y competir de forma significativa en los mercados digitales europeos.