"La interoperabilidad de la DMA viola los derechos fundamentales", afirma Apple. La FSFE discrepa. Si tu también crees que la interoperabilidad es clave para la libertad del software, ¡apóyanos!

Software Libre

La Democracia necesita Software Libre

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A lo largo de la historia de la humanidad, los diferentes avances tecnológicos han influido el progreso de la sociedad. La lectura, la escritura, la aritmética, la agricultura, la imprenta o la radio son algunos ejemplos de desarrollos que han ido cambiado la forma en la que interactuamos a través del comercio, el arte y las ciencias. En pleno siglo XXI, el software se erige como la tecnología cultural más importante y, por ello, la Fundación Europea de Software Libre (FSFE, por sus siglas en inglés) tiene como objetivo que se garantize el derecho, a todo el mundo, de poder usar y adaptar esta tecnología a sus necesidades individuales y específicas.

Imaginar nuestro día a día sin software es prácticamente imposible. La mayoría de nosotros no puede pasar una sóla jornada sin utlizarlo. Usamos software en la oficina, en nuestros ordenadores portátiles y en nuestros teléfonos móviles. Pero, aunque menos obvio, el software es una pieza fundamental para el funcionamiento de otras herramientas como trenes, coches y electrodomésticos -televisiones, lavadoras, frigoríficos, etc-. Ninguno de estos dispositivos podría funcionar sin software ya que sin este equipaminto no podríamos enviar correos electrónicos, llamar por teléfono, ir de compras o viajar tal y como lo hacemos actualmente. El software es la herramienta fundamental del funcionamiento de nuestra sociedad.

Desencadenado

Cuando otros controlan una herramienta tan importante para nosotros como el software, son capaces de ejercer una gran influencia sobre nuestros actos. Quien controle el motor de búsqueda que usemos, determina lo que encontramos. El que controla nuestros correos electrónicos, puede censurarnos. En otras palabras, controlar un servicio de comunicaciones conlleva poder decidir quién puede intercambiar qué con quién. Quien decida cómo funciona el software influye, notablemente, en la forma en que vivimos y trabajamos.

En las democracias modernas el poder está separado. El poder legislativo, el ejecutivo y el judicial están distribuidos en diferentes instituciones. Es más, las distintas responsabilidades y competencias están repartidas entre diferente entes jurídicos: gobierno central, regional/nacional y local. Para garantizar la libertad de la expresión y por lo tanto de prensa, es fundamental la protección contra la creación de un monopolio informativo, en el que el poder estaría concentrado en unas pocas manos. Uno de los beneficios fundamentales de la democracia efectiva es que, incluso tu peor opositor podría ocupar un cargo en el sistema democrático.

Sería un grave riesgo para la democracia si la herramienta social clave que es el software estuviera controlada por un pequeño grupo. No sólo nuestras comunicaciones dependen del software, sino también una parte fundamental de la infraestructura de la sociedad. La FSFE quiere dotar de voz a los intereses de los usuarios informáticos proporcionando el pleno control del software a todo el mundo, ya que nuestra sociedad no puede permitirse depender de intereses privados ante una herramienta tan importante como el software.

Libertad

Nuestra sociedad debe asegurarse que todo el mundo tenga la oportunidad de adaptar el software individualmente y por ellos mismos. Para ésto, es necesario obtener la capacidad para poder usar el software libremente para cualquier propósito, para estudiar y comprender su funcionamiento y para poder mejorarlo y compartirlo con el resto de la sociedad.

El software que respeta estas cuatro libertades es Software Libre.

Una sociedad democrática requiere unos cimientos sólidos. Uno de estos pilares es el Software Libre.